Policías y Ladrones, Padres e hijos.
El director de Blue Valentine vuelve a colaborar con Ryan Gosling en esta cinta de crimen y drama familiar de 140 min. de duración. El reparto lo acompletan Bradley Cooper, el cual comparte protagonismo con Gosling, Eva Mendes, Rose Byrne y Ray Liotta.
En esta película se cuentan 3 historias, lo cual puede parecer que no es una novedad, pero la diferencia yace en que en esta cinta se cuentan en orden cronológico y de una manera lineal. Estas historias hablan de relaciones familiares, en particular entre padres e hijos.
Derek Cianfrance, como escritor, toma decisiones muy arriesgadas dando 2 giros extremos a lo largo del guión. Al principio, estos giros desconciertan pero captan más la atención del espectador sumergiéndolo aún más en la historia.
Al igual que el escritor los personajes también toman decisiones difíciles que cambiaran sus vidas y las de los que los rodean. El guión habla de las diferencias y similitudes entre dos familias de diferentes extractos sociales y el camino al que se dirigen sus vidas por cada decisión que toman. La historia y los personajes de la película son tan humanos que cualquiera puede empatizar con ellos y nos hacen pensar qué haríamos nosotros en las situaciones planteadas.
También se habla de la corrupción policiaca y política, mostrándonos sin tapujos cómo en EEUU también puede existir, y la hipocresía que trata de ocultar esta corrupción.
Mientras con Blue Valentine, Cianfrance realizaba una dirección muy íntima, en ésta realiza secuencias que, junto con la dirección de fotografía, logran conjugarse de una manera muy estética con el guión. La secuencia de persecución antes del primer giro de la película es emocionante y ejemplar.
Las actuaciones son sobresalientes. Ryan Gosling nos presenta a un hombre duro y atrevido pero a la vez frágil y con sentimientos a flor de piel. Como nota interesante, el actor pidió no llevar el tatuaje facial ya que le parecía tan de mal gusto que no podía verse al espejo, a lo que el director se negó ya que ese sentimiento era el que buscaba en el actor. El personaje de Bardley Cooper actúa con sutileza y naturalidad momentos de dilema y frustración. Su personaje tiene una transformación que Cooper interpreta de una manera muy creíble. El resto del reparto acompañan a estos grandes actores con muy buenas actuaciones, resaltando a Eva Mendes, Emory Cohen y Dane DeHaan. Este
último está teniendo éxito en Hollywood con películas como Chronicle, Lincoln y proximamente The Amazing Spider-man 2, y esperamos en el futuro más actuaciones como la de esta película.
El lugar donde todo termina es una película con grandes actuaciones, inesperada y con un mensaje inteligente acerca de la sociedad y cómo ésta influye en las relaciones entre padres e hijos. (****1/2 de 5)